sábado, 28 de marzo de 2020

Crónica (6): Sólo en Dios

Tengo la mala tendencia a ser injustamente duro en primera instancia. Por eso normalmente escribo y reescribo mis entradas al blog, dejando tiempo entre mi primer borrador y la publicación para eliminar esas frases en las que me dejo llevar más por mi bilis que por la razón, la caridad y la verdad. Estas entradas tituladas “Crónica” van a ser más viscerales y sin tanta revisión. Pido a Dios que me permita ver las injusticias y durezas que no ayudan a nadie antes de que pasen al papel.
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Al despertarme ayer y mirar al reloj-despertador no vi nada: había un corte de corriente. Normalmente la electricidad se reestablece en unos pocos minutos, pero esta vez no fue así. Cuando a los 5 minutos no había vuelto la electricidad me empecé a poner nervioso pensando en la comida que tenía en la nevera y el congelador y que si no volvía la electricidad lo iba a perder todo y no tendría qué comer. Era un miedo irracional, primario. Por suerte mi Ángel de la Guarda o el Espíritu Santo me susurraron la parábola del hombre que tenía una gran cosecha y decidió hacer graneros para vivir tranquilamente el resto de sus días. Y me di cuenta que estaba poniendo mi confianza en unos electrodomésticos y en la comida que tenía guardada en vez de en Dios. En cierto modo Dios me estaba diciendo “¿En eso pones tu confianza? Mira qué rápido se puede ir”. Los nervios no desaparecieron, pero al menos ahora tenía algo a lo que agarrarme para luchar contra ellos.

Es bueno ser previsor y tener en casa comida para unos cuantos días. Pero no te creas que esa es la solución a esta crisis. No te creas que tu previsión y tu comida (y tu papel higiénico) te van a librar de los verdaderos peligros de esta situación: el egoísmo, el miedo, la desconfianza en todos, poner primero a lo material en vez de a lo espiritual. Hemos de recordar lo que dice S. Pablo “¿Quién nos separará del amor de Cristo?, ¿la tribulación?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada?  Pero en todo esto vencemos de sobra gracias a aquel que nos ha amado.” (Rm 8, 35-37).

Y me pregunto si esto mismo se puede aplicar a las medidas tomadas en algunas diócesis. Gracias al aislamiento obligatorio decretado por el Gobierno he descubierto las misa de las 9 de la mañana en la Catedral del Buen Pastor, de S. Sebastián, presidida por Mons. Munilla (https://www.youtube.com/user/elizbarrutia1) y el rosario, vísperas y misa de la tarde (18:45 rosario y vísperas, 19:30 misa) en la Catedral de Alcalá,  presidida por Mons. Reig Pla (https://www.youtube.com/channel/UCKFsKmAQ6GfiSg239bXPyIg). He podido escuchar una gran homilía de Mons. Reig Pla sobre la muerte y cómo la debemos afrontar los católicos en contraposición a como la afrontan los ateos. O una conferencia de Mons. Munilla sobre el aborto, en el día de la solemnidad de la Anunciación.

He notado que en ambas diócesis las misas eran con fieles. Ni Mons. Munilla ni Mons. Reig Pla han cerrado las iglesias ni han eliminado las misas. Han puesto su confianza en el Señor en vez de en las normas sanitarias. Esta actitud les va a traer a ellos y a sus diócesis gracias del Señor de las que carecerán los que han eliminado misas y cerrado iglesias.

Seamos precavidos. Pero nuestra confianza sólo en Dios.


domingo, 22 de marzo de 2020

Crónica (5): Se cierran las parroquias de Mallorca

Hoy el Sr. Obispo ha sacado un comunicado ordenando el cierre de todas las parroquias de Mallorca.

No tengo palabras.


Crónica (4): ¿Señor, a quién iremos?

En esta entrada era bastante crítico con la actitud de mi obispo. Tras oración y meditación, he llegado a la conclusión que prefiero que el día del Juicio el Señor me diga: “Fuiste fiel a tu obispo incluso cuando lo creíste equivocado” a que me diga, “Te creíste más listo que tu obispo”. Por lo tanto he borrado esta entrada. Sed fieles a vuestros obispos y rezad por ellos, que lo necesitan.

viernes, 20 de marzo de 2020

Crónica (3): La parroquia abre por las tardes

Tengo la mala tendencia a ser injustamente duro en primera instancia. Por eso normalmente escribo y reescribo mis entradas al blog, dejando tiempo entre mi primer borrador y la publicación para eliminar esas frases en las que me dejo llevar más por mi bilis que por la razón, la caridad y la verdad. Estas entradas tituladas “Crónica” van a ser más viscerales y sin tanta revisión. Pido a Dios que me permita ver las injusticias y durezas que no ayudan a nadie  antes de que pasen al papel.
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En la entrada anterior dije que iba a tener la parroquia abierta todas las tardes. Había un cierto temor de que tras las nuevas restricciones del gobierno el obispado iba a decidir cerrar las iglesias. Por suerte, no ha pasado. Cada tarde voy y tengo la parroquia abierta e iluminada de 6 a 7:30.

Llevo tres días y en esos 3 días han venido exactamente 3 personas. Y sólo un ratito. Pero no importa, pues esto no es una cuestión de números. La iglesia está abierta, Jesús está disponible. El virus o el mundo o el diablo o lo que sea no ha podido cerrar las puertas a Cristo.

Y esa hora y media la dedico a hacer oración del pueblo. No por el pueblo, que también, sino del pueblo: es el pueblo de Dios que ora, aunque sólo esté yo presente. Rezo las vísperas, la oración oficial de la Iglesia, rezo el Rosario, rezo una Coronilla de la Divina Misericordia. Lo hago en voz alta, porque somos todos que rezamos. Y añado cantos, también en voz alta. Soy un soldado de Cristo, armado con un Rosario, haciendo guardia.

Es una hora y media que me tranquiliza mucho. Entro nervioso y salgo relajado. Delante del sagrario me acuerdo que Jesucristo nos dijo que no tuviéramos miedo, que Él había vencido al mundo. Y el miedo se va.


lunes, 16 de marzo de 2020

Crónica (2): Se suspende el viático en mi parroquia y algunas acciones esperanzadoras

Tengo la mala tendencia a ser injustamente duro en primera instancia. Por eso normalmente escribo y reescribo mis entradas al blog, dejando tiempo entre mi primer borrador y la publicación para eliminar esas frases en las que me dejo llevar más por mi bilis que por la razón, la caridad y la verdad. Estas entradas tituladas “Crónica” van a ser más viscerales y sin tanta revisión. Pido a Dios que me permita ver las injusticias y durezas que no ayudan a nadie  antes de que pasen al papel.
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Ayer escribí sobre la suspensión de las misas en la diócesis de Mallorca y el cierre temporal de la capilla de Adoración Perpetua. Hoy seguimos con cierres, pero también con alguna acción que abre la esperanza.

Yo reparto el viático en mi parroquia a enfermos y ancianos. El sábado pregunté al párroco si seguíamos o no. El repartir el viático en estas condiciones requiere una cadena de “síes”: Debe dar su asentimiento la parroquia, el que recibe el viático, el que lo reparte y, para un caso concreto, la dirección de la residencia de ancianos a la que vamos. Esta tarde me ha llamado mi párroco diciendo que han decidido que mejor suspender el viático. Me ha pedido que llame por teléfono a los que pueda y que si quieren hablar con un sacerdote, que se lo diga, que él irá.

En la misma llamada hemos hablado sobre la posibilidad de tener la iglesia abierta. Yo me había ofrecido voluntario a tenerla abierta 4 horas cada tarde y a organizar un programa de oración: rosario, una novena, la coronilla de la divina misericordia y lo que fuera menester. Me ha dicho que vamos a abrir una hora: la hora en la que había misa. [Fragmento eliminado]

La tristeza se ahonda.

Pero vayamos a los brotes de esperanza. Sé de varios sacerdotes que han decidido celebrar misa diaria y anunciarla con toque de campanas, anuncios o como puedan para que los fieles puedan unirse desde sus casas. El sacerdote del hospital Son Espases (el hospital de referencia de Mallorca) va a estar en la capilla a la hora de la misa diaria para confesar y dar la comunión al que la quiera. El P. Jorge González Guadalix, del que hablé ayer, está retransmitiendo sus misas por facebook.

Soy coordinador de grupo de la Adoración Perpetua y ayer tuve que llamar a los adoradores de mi grupo para decirles que se cerraba la capilla. Uno me dijo que su mujer y él se habían puesto a hacer adoración en linea, a través de alguna de las páginas web con una webcam enfocado al Santísimo. Otra me dijo que ella iba a seguir haciendo su turno de 2 horas desde su casa cada semana. Dado que su turno es de 3 a 5 de la madrugada, tiene mucho mérito. Se ha apuntado una adoradora nueva a pesar del cierre, para empezar cuando reabramos.

El resto de Israel sigue vivo. No todo está perdido.

Ayer estuve pensando sobre las actitudes de los obispos y su falta de coraje. Quizá los obispos no estén dando un paso al frente porque temen (con razón) que sus feligreses no les van a seguir. La falta de coraje de la feligresía no ayuda al valor de su obispos. Cierto que ellos son los pastores y nosotros somos las ovejas, pero tenemos parte de la culpa por no ser fiables. Y mucha más culpa aún por no rezar por ellos. Yo sí que rezo por el Papa cada día, pero casi nunca por mi obispo. He cambiado esta mala actitud. Si queremos obispos santos y valientes hemos de rezar por ellos. Los lodos que estamos viendo vienen de polvos de muchos años y no lo vamos a arreglar en unos días. Pero hemos de empezar: rezad cada día por vuestros obispos.


domingo, 15 de marzo de 2020

Crónica: Se suspenden las misas y la Adoración Perpetua

Tengo la mala tendencia a ser injustamente duro en primera instancia. Por eso normalmente escribo y reescribo mis entradas al blog, dejando tiempo entre mi primer borrador y la publicación para eliminar esas frases en las que me dejo llevar más por mi bilis que por la razón, la caridad y la verdad. Estas entradas tituladas “Crónica” van a ser más viscerales y sin tanta revisión. Pido a Dios que me permita ver las injusticias y durezas que no ayudan a nadie  antes de que pasen al papel.
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Ayer salió un nuevo comunicado del Obispado de Mallorca, por la que se suprimen todas las celebraciones litúrgicas.  Por la noche me llamó Sor Concepción, la coordinadora general de la Adoración Perpetua de Mallorca, para decirme que se cerraba la capilla de Adoración Perpetua hasta que pasara esta crisis. Esta noche he llorado. Mi pensamiento lo recoge muy bien un tweet que he visto esta mañana:
Al menos un aspecto positivo: en mi entrada de ayer me quejaba del tono del decreto anterior del obispado, tan secular que parecía un bando.   Este es mucho más religioso, acabado con la oración del Papa. También pide que se mantengan las iglesias abiertas para que los fieles puedan ir a rezar. Al menos eso.

Ayer en misa la iglesia estaba casi vacía. Los católicos que vamos a misa tenemos tanto o más miedo a morir como los ateos. Es decir, no es miedo por nuestras almas, que eso estaría muy bien, sino miedo por nuestros cuerpos. Si fuera miedo por nuestras almas las iglesias estarían llenas y habría cola ante los confesionarios. Pero no, todo el mundo en casa. No confío en Dios, que es mi Padre: confío más en el Gobierno, que no me quiere, y en mí mismo. Prefiero la protección de mi casa que la de la Iglesia. Tristísimo.

Y en cuanto a la Adoración Perpetua, el problema mayor es que los adoradores se han desbandado. Se había estudiado la posibilidad de cerrar la capilla al público, pero mantener la Adoración. Pero me dijo Sor Concepción que el viernes habían fallado 5 personas (realmente 6, pues yo cubrí a una) y que así no se podía mantener la capilla. Cierto que hay muchos adoradores mayores, pero la realidad es que nuestra respuesta ha sido que estamos dispuestos a seguir a Cristo y a estar con Él… mientras no haya ningún peligro. Yo creo que, precisamente por estar con Él en estos momentos de crisis, nos va a dar especial protección.  Los acontecimientos muestran que no confiamos en Dios y en un momento de crisis, en vez de ir a Él, cerramos.

Supongo que la idea de todo el mundo es la de capear el temporal para después volver a la normalidad. Pero a mí no me cesa de venir a la mente la frase del Evangelio “Se os quitará a vosotros y se dará a otros que tengan más merecimientos”. Si esto es una prueba del Señor, estamos suspendiendo y muy lejos del aprobado.


sábado, 14 de marzo de 2020

Medidas contra el Coronavirus que no afecten lo sagrado

En esta entrada era bastante crítico con la actitud de la Conferencia Episcopal. Tras oración y meditación, he llegado a la conclusión que prefiero que el día del Juicio el Señor me diga: “Fuiste fiel a tu obispo incluso cuando lo creíste equivocado” a que me diga, “Te creíste más listo que tu obispo”. Por lo tanto he borrado esta entrada. Sed fieles a vuestros obispos y rezad por ellos, que lo necesitan.