lunes, 25 de mayo de 2020

Estudiar la Biblia y leer la Biblia

Todo cristiano debe leer la Biblia frecuentemente. Idealmente a diario. Dios está en la Biblia (“En el principio había el Verbo”) y es una manera imprescindible de encontrarnos con Él. Una manera, muy recomendable, de leerlo es leer las lecturas de la misa diaria y meditar sobre ellas. Así, con 15 minutos al día, lees una parte esencial de la Biblia y permites que te ilumine.

Un inconveniente de este método es que no lees toda la Biblia, sino aproximadamente un tercio de ella. Y como además las lecturas de la misa están divididas en ciclos, necesitas unos 3 años para leer este tercio.  Otro inconveniente, para mí más grave, es que vas leyendo trocitos, unos pocos párrafos cada día, y nunca coges un contexto de la historia de la Biblia. Más de una vez al escuchar una conferencia de un biblista en el que te da el contexto, ves de una manera distinta algún fragmento que has leído mil veces.

El leer y meditar algunos pocos párrafos, completándolo con otros textos, por ejemplo los comentarios de S. Agustín o de S. Juan Crisóstomo, es un gran método de estudio. Pero si es la única manera en la que lees la Biblia, te pierdes mucho.

He visto recomendado que debes leer, al menos una vez en la vida, la Biblia de cabo a rabo, empezando por Génesis, y acabando por el Apocalipsis. Dedicando 15 o 20 minutos al día necesitas aproximadamente un año. Y mucha disciplina. Si lo consigues, estoy seguro que es muy útil, pero yo no lo conseguí. Génesis y Éxodo, bien, pero Levítico es una especie de código civil y yo no puede con él. Y tras un mes o así, lo dejé. Y, por lo que he oído, no soy la excepción, sino más bien la regla.

Desde hace años leo cada día las lecturas de la misa diaria. Pero creo que me estoy cansando le estudiar la Biblia y quiero empezar a leerla. He notado que todos los libros del Nuevo Testamento se pueden leer de una sentada. Un Evangelio te lleva una hora o así. Una epístola, menos. Y además, los Evangelios quizá no, pero todos los demás libros fueron escritos para leerlos de corrido: una carta no se escribe para que tardes 3 semanas en leerla. Y muchos de los libros de Antiguo Testamento también se pueden leer de una sentada. Y los que no, suelen estar claramente divididos en partes.

Seguiré dedicando unos minutos cada día a las lecturas de día, pero una vez a la semana voy a leer un libro entero. Por ejemplo, el viernes leí el Apocalipsis. Me llevó una media hora. Por primera vez entendí el Apocalipsis como la revelación de la historia de la salvación, desde antes de la creación del mundo –habla de la revuelta de Satanás y cómo el Arcángel S. Miguel los venció– hasta el fin de los días. Y que esta vida fue, es y será una lucha del bien contra el mal en el que todos estamos implicados. La victoria es segura, pero estamos metidos en una guerra espiritual y no podemos desentendernos de ella. Si queremos salvarnos, no podemos doblegarnos al Mundo. Y me llamó la atención que varias veces repite que para ganar esta guerra necesitas paciencia. Esta media hora de lectura me ayudó a entender qué es eso de la Salvación.

Entonces, ¿qué libros leer, en qué orden? Todo depende de dónde estés y qué quieres conseguir. A mí me hace ilusión ahora leer todas las epístolas. Pero otra posibilidad muy interesante es el modelo de La Gran Aventura. Este modelo, creado por el americano Jeff Cavins, divide la Historia de Israel, desde la Creación hasta la Iglesia, en doce periodos. La narrativa de esta historia se recoge en 14 libros de la Biblia: por orden, Génesis, Éxodo, Números, Josué, Jueces, Samuel I, Samuel II, Reyes I, Reyes II, Ezra, Nehemías, Macabeos I, Lucas y Hechos. Leyendo estos 14 libros en este orden (hay incluso un plan de lectura de 90 días) se obtiene la visión global de La Gran Aventura de Dios con el hombre. Una vez leídos estos libros, los demás se entienden mejor, pues los puedes encajar dentro de la historia, dentro de un contexto.

Sea siguiendo el plan de La Gran Aventura o leyendo en cada momento los libros que te hagan ilusión, te aconsejo que de cuando en cuando cojas la Biblia como si fuera una novela y la leas. Se convierte en una historia y no retales profundos, pero inconexos. Te añadirá un entendimiento que complementa tu estudio y meditación.

miércoles, 6 de mayo de 2020

Dios no es amable

Estos días he leído un libro de estos que te cuestionan, te hacen pensar y te empujan a cambiar tu vida. Su título en inglés es God is not nice y su autor es Ulrich Lehner, un teólogo católico alemán que hace mucho que vive en Estados Unidos. Está editado en español por la editorial Homo Legens, bajo el título “Dios no mola”. No es fácil traducir el título inglés. Quizá es más literal “Dios no es amable”, pero entiendo por qué escogieron “Dios no mola”.

La tesis esencial es que el Dios amable, moderado, que siempre sonríe, que nos venden en casi todas partes, ese Dios no lo encontramos en la Biblia y en particular no es Jesús. Además, ese Dios blandengue, que más que un Padre exigente es un abuelo permisivo, es aburrido, superficial y nada atractivo: no mola.

Va mostrando capítulo a capítulo que el Dios de la Biblia y de la Revelación, el que enamora y atrae, es el Dios de la Creación, el Dios que No nos es Útil, el Dios de nuestra Imaginación, el Dios del Trueno, el Dios del Terror, el Dios de la Rendición, el Dios de la Intimidad, el Dios de la Consolación, el Dios de la Encarnación, el Dios del Renacer, el Dios Audaz. Y muestra que un Dios meramente amable, uno que busca molar, no puede ser ninguna de esas cosas.

Pero lo mejor del libro no es este mensaje, aunque es un mensaje muy importante. No es que está bien escrito y es fácil de leer, aunque se agradece un libro de teología que no te haga fruncir el entrecejo y rebuscar en el diccionario. Lo mejor es lo práctico que es. En cada capítulo vas viendo que el Dios de la Creación te exige esto; el Dios del Trueno te pide estos cambios en tu vida; el Dios de la Rendición te pide abandonar estas actitudes… Una y otra vez te dices “Tiene razón. Tengo que cambiar”. Es un libro de teología, pero no es nada abstracto.

A todo el mundo que quiera conocer mejor al Dios de verdad, al Dios sagrado y del misterio para convertirse, acercarse a la moral Católica y alejarse de la del Mundo, para avanzar en el camino de la salvación, le recomiendo leer este libro. Y releerlo a menudo, meditarlo, partir de él para leer la Biblia.

Es posible que estas pocas líneas no te hayan convencido. No importa, puedes si te va bien escuchar en inglés, atender una conferencia del autor en el Thomistic Institute sobre el tema del libro. Fue tras escuchar la conferencia que decidí comprar el libro. Y la editorial Homo Legens tiene publicado en abierto y gratuito el principio del libro.

No es un libro amable, es un libro que te acerca a Dios, uno de los mejores libros que he leído.