domingo, 21 de julio de 2019

Programa del Ven. Fulton Sheen sobre el Anticristo

El Venerable arzobispo Fulton J. Sheen fue un gran predicador. Sus programas de radio y televisión eran líderes de audiencia (ganó 2 Emmy) en la muy protestante Estados Unidos. Tenía grandes dotes dramáticas y con su voz te podía hacer reír como vibrar o enternecer. Pero además tenía un intelecto sin igual y te podía explicar con iluminadora claridad tanto estadística como psicología. Lo que no sabía era dibujar, como se ve en por los monigotes que pintaba en la pizarra. Gracias a Dios (y a YouTube) se pueden ver o escuchar gran parte de sus emisiones de radio y televisión y varios discursos y reflexiones.

Era además un profeta: sus explicaciones de hacia dónde va el mundo han sido casi siempre acertadas. Escuchas un programa o lees un libro escrito hace 50 o más años y parece escrito ayer. Eso, y su evidente santidad,  te hace prestar toda tu atención cuando te dice qué va a pasar o qué es lo que hay que hacer.

Murió en 1979. Su causa de canonización se inició en 2002 por la diócesis de Peoria (su diócesis natal) y ha estado parada durante casi 10 años porque la diócesis de Nueva York, donde fue obispo auxiliar y estaba enterrado, no daba permiso para que sus restos se trasladaran a Peoria (por algún motivo que no conozco, es necesario que los restos estén bajo la custodia de la diócesis que pide la canonización). La batalla legal ha sido larga, pero finalmente hace unas semana, el 27 de junio de 2019, los restos fueron trasladados a Peoria. Y unos días después, el 5 de julio, se aprobó un milagro hecho por su intercesión. Muchos esperamos que pronto sea beatificado.

En esta entrada os quiero presentar un programa de radio del Venerable Fulton Sheen titulado Signs of our times (Señales de nuestros tiempos). Fue emitido en enero de 1947 –hace más de 70 años– y en él presenta e interpreta las señales de nuestros tiempos. Gracias al trabajo generoso de muchos tenéis disponible gratuitamente  el video en inglés con una transcripción completa en inglés, el video en inglés con subtítulos en español y también tenéis una buena traducción de la transcripción al español.

El principio de su discurso es sorprendente: parece que lo que está pasando en el mundo es justo lo contrario de lo que dice. Pero si seguimos escuchando, nos damos cuenta de que tiene razón. Lo que sucede es que si nos quedamos en la superficie, parece una cosa, pero si nos vamos a la raíz, lo que pasa es lo contrario. Son necesarios un intelecto, una capacidad de observación, un don de profecía o, como dice él mismo, vivir en la fe como vivió él, para ver lo que realmente está pasando en el mundo.

Había escrito un breve resumen del discurso, pero es mucho mejor dejaros con unos fragmentos (traducido y en inglés):
«El conflicto del futuro es entre un absoluto que es el Dios-Hombre y un absoluto que es el hombre-dios; entre Dios que se volvió hombre y el hombre que se hace a sí mismo dios; entre los hermanos en Cristo y los camaradas en el anti-Cristo.»
The conflict of the future is between an absolute who is the God-Man and an absolute which is the man-god; between the God Who became man and the man who makes himself god; between brothers in Christ and comrades in anti-Christ.
«[El Anticristo] es descrito como un ángel caído, como el “príncipe de este mundo” cuyo cometido es decirnos que no hay otro mundo. Su lógica es simple: si no hay cielo no hay infierno; si no hay infierno no hay pecado; si no hay pecado no hay juez, y si no hay juicio, entonces lo malo es bueno y lo bueno es malo.»
[The Antichrist] is described as a fallen angel, as “the Prince of this world” whose business it is to tell us that there is no otherworld. His logic  is simple: if there is no heaven there is no hell; if there is no hell, there is no sin; if there is no sin, there is no judge, and if there is no judgement then evil is good and good is evil. 
«¿Cómo vendrá [el Anticristo] a esta nueva era a ganarse elegidos para su religión?  Aparecerá disfrazado como el Gran Humanitario; hablará de paz, de prosperidad y de la abundancia, no como medios para llevarnos a Dios, sino como fines en sí mismos.   Escribirá libros sobre la nueva idea de Dios para que se ajuste a la vida de las personas; utilizará la fe en la astrología para que sean las estrellas, no nuestra voluntad, las responsables de nuestros pecados; le dará una explicación psicológica a la culpa diciendo que es sexo reprimido; hará que los hombres se encojan avergonzados cuando los demás les digan que no son de “mente abierta” ni liberales; identificará la tolerancia como la indiferencia ante lo bueno y lo malo; patrocinará los divorcios bajo el disfraz de que es vital tener a otro compañero; incrementará el amor por el amor y reducirá el amor por la persona; invocará la religión para destruir la religión; hablará incluso de Cristo y dirá que fue el hombre más grande que jamás vivió; dirá que su misión será la de liberar al hombre de la servidumbre de la superstición y del fascismo –las cuales nunca definirá–. Pero, en medio de todo este supuesto amor por la humanidad y estos discursos superficiales sobre la libertad y la igualdad, tendrá un gran secreto que no dirá a nadie: que no cree en Dios.»
How will [the Antichrist] come in this new age to win followers to his religion?  He will come disguised as the Great Humanitarian; he will talk peace, prosperity and plenty not as means to lead us to God, but as ends in themselves.   He will write books on the new idea of God to suit the way people live; induce faith in astrology so as to make not the will but the stars  responsible for our sins; he will explain guilt  away psychologically as repressed sex, make men shrink in shame if their fellowmen say they are not
broadminded and liberal; he will identify tolerance with indifference to right and wrong; he will foster more divorces under the disguise that another partner is “vital”; he will increase love for love and decrease love for person; he will invoke religion to destroy religion; he will even speak of Christ and say  that he was the greatest man who ever lived; his mission he will say will be to liberate men from the servitude of superstition and Fascism –which he will never define.  But, in the midst of all his seeming love for humanity and his glib talk of freedom and equality, he will have one great secret which he will tell to no one: he will not believe in God. 
«La segunda razón por la cual la crisis debe venir es para prevenir una falsa identificación de la Iglesia con el mundo.  Nuestro Señor quería que aquellos que fuesen sus seguidores fueran diferentes de aquellos que no lo son.  Pero esta línea de demarcación se ha difuminado.  En vez de blanco y negro sólo hay una línea difusa.  La mediocridad y la falta de compromiso caracterizan la vida de muchos cristianos.  Leen las mismas novelas que los paganos modernos, educan a sus hijos de la misma manera pagana, escuchan a los mismos comentaristas quienes no tienen otro estándar que el de juzgar el hoy por el ayer, y el mañana por el hoy, permiten prácticas paganas que se van instaurando en la vida familiar, tales como el divorcio y el volverse a casar; hay deficientes líderes sindicales, que se hacen llamar católicos, que recomiendan a comunistas para el congreso, o escritores católicos que aceptan liderar medios comunistas para promover ideas totalitarias en películas.  Ya no existe el conflicto ni la oposición que nos debe caracterizar.  Influimos al mundo menos de lo que el mundo nos influye a nosotros.  No hay separación.  Nosotros, los que fuimos enviados a establecer un centro de salud, hemos sido contagiados y por lo tanto hemos perdido la capacidad de sanar.»
The second reason why a crisis must come is in order to prevent a false identification of the Church and the world.  Our Lord intended that those who were His followers should be different in spirit from those who were not.  But, this line of demarcation has been  blotted out.  Instead of black and white, there is only a blur.  Mediocrity and compromise characterize the lives of many Christians.  They read the same novels as modern pagans, educate their children in the same godless way, listen to the same commentators who have no other standard than judging today by yesterday, and tomorrow by today, allow pagan practices to creep into family life, such as divorce and remarriage; there are not wanting, so-called Catholic labor leaders recommending Communists for Congress, or Catholic writers who accept presidencies in Communist front organizations to instill totalitarian ideas into movies.  There's no longer the conflict and opposition which ought to characterize us.  We are influencing the world less than the world influences us.  There is no apartness.  We who were sent out to establish a center of health have caught the disease, and therefore have lost the power to heal.
Venga, ahora id a escuchar el programa completo.

1 comentario:

  1. Me encanta. Debería publicar sus escritos en alguna página como infocatolica. Aunque ya imagino que no depende de usted.

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