sábado, 8 de octubre de 2016

Derechos humanos y religión

He estado 6 meses sin añadir una entrada. Estaba en misa y no sé qué hizo el cura y me dije "¡Eso va al blog!". Lo malo era la alegría que sentí por tener algo que denunciar. Cuando me di cuenta, decidí no volver a escribir hasta no tener claro cuál era mi misión aquí, para qué escribía. Creo que ahora lo tengo más claro.

Estamos en plena campaña presidencial americana. Algunos de los temas estrella son el aborto y los derechos del colectivo LBGT (Lesbianas, Bisexuales, Gays y Transexuales). En abril de 2015, ya en precampaña, Hillary Clinton dijo en su conferencia en el Women in the World Summit: "Rights have to exist in practice — not just on paper.  Laws have to be backed up with resources and political will.  And deep-seated cultural codes, religious beliefs and structural biases have to be changed." ("Los derechos deben existir en la práctica, no sólo en papel. Las leyes deben estar respaldadas con recursos y con voluntad política. Y los códigos culturales profundos, las creencias religiosas y los sesgos estructurales deberán ser cambiados").

¿¿¿"Las creencias religiosas deberán ser cambiadas"???

¿Qué se cree esta mujer (y probablemente la mayoría de los políticos y ciudadanos) que es la religión? Posiblemente cree que son unas normas y costumbres a las que se llegaron por consenso entre los miembros de grupos sociales que se preocupan por cuestiones de moral.  Una creación humana, como lo es la política. Es una visión secular y mundana.

Pero la religión es de Dios. Es sagrada. Nuestras creencias no son creación de los hombres sino que nos la ha transmitido Dios mismo. Tenemos que obedecerlas. ¿Cómo vamos a hacer otra cosa?

Y las creencias religiosas tienen otras características:
  • No son arbitrarias. No tenemos un Dios caprichoso. Son normas que nos ayudarán a crecer, individualmente y como sociedad y a ser más felices en la vida terrena (y a ganarnos el cielo)
  •  Son inmutables. "Dios no se muda", que decía Santa Teresa. Lo que era ley divina hace 50 años o 100 años o 2000 años, sigue siéndolo ahora. Por ejemplo Jesús dijo refiriéndose al matrimonio "Lo que Dios ha unido no lo separe el hombre". Pues ya está: el divorcio no es aceptable. Ni entonces, ni ahora, ni nunca.
Nada de esto es nuevo: Santo Tomás de Aquino ya demostró claramente ambas cosas en el S. XIII.

No es que yo pretenda que las leyes se hayan de adecuar a la moralidad católica. Hace años que esto no pasa. Hay una ley de divorcio que creo es una grave error, pero nadie me obliga a divorciarme. Pero la frase de Hillary Clinton no va por esa linea. Su frase y sus actuaciones legales van en el sentido de que hay que obligar a todo el mundo a seguir su moral. No es que haya una ley que permita el aborto, sino que las clínicas católicas y los médicos católicos van a tener que realizar abortos obligatoriamente. Es decir, te pueden ordenar asesinar. Y eso ya está pasando. Y no sólo en Estados Unidos. En la comunidad de Madrid los colegios católicos están obligados a enseñar que la moral sexual de los LBGT es buena cuando sabemos por revelación divina que no lo es.

La ausencia de sentido de lo sagrado lleva a esta falta de respeto a lo más intimo de las personas, a sus más profundas creencias.

Aunque, acabo de darme cuenta, no es que los políticos no crean en Dios, sino que creen que ellos son dioses. En nombre del progreso nos quieren hacer retroceder a la Roma de Caligula.

Añadido el 10 de octubre: Para demostrar que la fase de Hillary Clinton no fue una casualidad, tenemos la de su compañero de candidatura, Tim Kaine. En un discurso durante el Human Rights Campaign el 10 de septiembre de 2016 dijo: "My full, complete, unconditional support for marriage equality is at odds with the current doctrine of the Church that I still attend. But I think that's going to change, too." ("Mi apoyo completo e incondicional al matrimonio igualitario [es decir, matrimonio homosexual] está en desacuerdo con la doctrina actual de la Iglesia a la cual aún voy. Pero creo que eso va a cambiar también"). Vamos, que cree que la presión social, y su presión política, puede cambiar las enseñanzas divinas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario